El e-commerce ha dinamitado la logística tal y como se conocía hace una década y la ha convertido en uno de los sectores con más crecimiento. En España, donde hace unos años había monte, ahora hay millones de metros cuadrados de almacenes, repletos de productos de consumo listos para ser enviados. Correos se ha tenido que reinventar, empresas como Inditex ya tienen el 20% de su facturación a través de las ventas online, los almacenes urbanos crecen como champiñones en el centro de las grandes ciudades y ningún cliente concibe que no se le entregue un paquete en más de dos horas. Hasta Mahou se ha lanzado al negocio logístico.
Si este sector antes se consideraba el patito feo, ahora «es un sector sexy en el que los profesionales más selectos quieren trabajar», explica Francisco Aranda, de la patronal Uno. Pone un ejemplo: Carlos Torres, recién nombrado consejero delegado de Inditex, fue antes director de Operaciones. «El ascenso demuestra que las operaciones son clave para las compañías. La logística es la que te da la ventaja competitiva sobre el resto de empresas y te permite entregar tu producto rápido y sin costes», señala.
El sector se encuentra en un momento clave con grandes retos por delante. Por un lado, las empresas están en pleno proceso de digitalización de los procesos logísticos. Herramientas como el Big data, Data Analytics o Blockchain permitirán a las compañías ser más eficaces en los procesos porque podrán, por ejemplo, predecir qué pedirán los clientes en cada área determinada.
Por otro, hay retos importantes a los que hacer frente, como la última milla: mejorar la experiencia en la entrega y hacerla más sostenible. «La logística es como un motor complejo en el que cada pieza del engranaje debe encajar para hacerlo funcionar correctamente, y el foco por la obsesión en el cliente es el aceite que hace que todo funcione de forma fluida», afirma a este periódico Fred Pattje, Director de Amazon Operaciones en Francia, Italia y España.
Como ilustra Aranda, «es un sector que ha explosionado hace poco tiempo» y tiene mucho recorrido, hasta el punto de que «España puede convertirse en un hub logístico de comercio internacional».
España se encuentra entre Asia, Estados Unidos, Latinoamérica y África, que «es la próxima fábrica del mundo». Esta posición, unido a que Barajas es uno de los aeropuertos con más tráfico del mundo, hace de España «un punto clave». Madrid es, además, el quinto punto más importante de Europa en cuanto a operadores logísticos. «La mitad del trabajo está hecho, ahora sólo falta mejorar la competitividad de nuestras aduanas, que son de las más lentas porque no se invierte en recursos», señala el experto.
24-06-2019 / GS1 Perú